La Artemisia Annua, o Artemisa Dulce, es una planta conocida y
utilizada en medicina china desde la antigüedad. por su potente acción contra
las fiebres altas. Pero también era valorada por otros usos, hay registros en
el año 168 AC en los que se la recomienda contra las hemorroides. También era
utilizada contra la ictericia y como antiparasitaria, entre otras cosas.
Afortunadamente, desde hace varias décadas, se va recuperando poco
a poco todo el conocimiento relacionado con esta joya de la naturaleza, siendo
de gran interés no sólo por el descubrimiento en China de su acción contra la
malaria, sino porque algunas investigaciones recientes apuntan hacia ella como
un verdadero agente anticancerígeno, posiblemente muy eficaz contra una gran
variedad de cánceres como el de mama, pulmón, próstata, colon, leucemia...
Algunos de los usos actuales de esta planta son contra la malaria,
la giardia, como antimicrobiano, contra la schistosomiasis, diarrea, parásitos,
picaduras de insecto, parasitemia, sin olvidar su acción para reforzar el
sistema inmunológico, y su posible acción contra el cáncer.
Al parecer los compuestos de la Artemisia Annua funcionan
reaccionando con las concentraciones de hierro que tiene el parásito de la
malaria, atacando las membranas celulares del mismo y destruyéndolo. Dado que
las células cancerígenas se nutren también de mucho hierro para replicar el ADN
cuando se multiplican, los investigadores empezaron a preguntarse si la
Artemisa Dulce tendría una acción parecida con el cáncer, descubriendo, en
efecto, que es altamente tóxica para las células cancerígenas.
SU ACCIÓN CONTRA EL CÁNCER
Varias investigaciones con los principios activos de esta planta,
llevadas a cabo en años recientes por la Universidad de Washington, están
desvelando el que podría ser el secreto mejor guardado de la misma, y toda una
revelación: su potente acción contra un gran número de cánceres. Todos los
experimentos realizados muestran que los principios activos de la Artemisia
Annua son muy rápidos y efectivos a la hora de destruir células cancerígenas en
general, por ejemplo en cáncer de mama, próstata, o leucemia. Además son
extremadamente selectivos, dirigiéndose directamente a las células
cancerígenas, apenas dañando las sanas.
Por ejemplo, el uso del extracto destruyó células de cáncer de
mama en dieciséis horas de forma absolutamente selectiva y rápida, y las de
leucemia, unas de las más ricas en hierro, en 8 horas. En cuanto a las células
malignas de fibrosarcoma, retrasó su crecimiento.
Según parece, su acción es hasta 10 veces más efectiva que los
medicamentos habituales y con el excelente añadido de que prácticamente no daña
las células sanas, contrariamente a lo que hace la quimioterapia.
Las conclusiones de esta investigación son claras, los
investigadores afirman que esta rápida inducción a la apoptosis o muerte
celular del cáncer debido a los principios activos de esta planta, podría
convertirlos en agentes contra el cáncer efectivos y económicos.
Están desarrollando un medicamento al que han añadido algunos
agentes que multiplican tremendamente la acción de los principios de la planta,
y que podría hacer que pasara de destruir 100 células cancerígenas por cada
célula sana, a 12 mil.
Sin embargo, desde este blog, y sin desmerecer el medicamento
resultante que ojalá este en breve en el mercado, y desconocemos si ya lo está,
defendemos siempre la acción de las plantas enteras, con toda la sinergia de
sus principios activos en conjunto, incluso de aquellos que los científicos no
saben para qué sirven. Preferimos el respeto por los procesos naturales a los
que nos conducen las plantas, porque creemos que cada célula vegetal encierra
una sabiduría milenaria difícilmente superable por la mano del hombre. Véase
sólo lo que suele ocurrir una vez extraen y refuerzan principios activos de
plantas y los venden como medicinas. Plantas que hasta entonces, bien
utilizadas con la sabiduría ancestral, no daban ningún problema, en forma de
pastilla sintetizada comienzan a crear resistencias y efectos secundarios hasta
entonces desconocidos.
A pesar de que apenas existen datos al respecto del uso de esta
planta por personas enfermas de cáncer, por lo que esta información debe
tomarse con las debidas precauciones, los resultados de todas las
investigaciones realizadas, por lo menos la sitúan como una planta muy a tener
en cuenta que podría tener un gran potencial, y depararnos sorpresas
importantes, siempre y cuando los intereses de la industria lo permitan, claro
está...
SU ACCIÓN CONTRA LA MALARIA
Esta maravillosa planta ha demostrado ser entre 10 y 100 veces más
activa contra la malaria que los medicamentos convencionales, y ha sido
utilizada sin problemas durante más de dos mil años. La industria farmacéutica
la descubrió hace varias décadas y sintetizó su principio activo. A partir de
ahí empezó a ocurrir lo que nunca antes, se empezaron a crear
resistencias.
Por eso, somos muchos los que seguimos defendiendo el uso de la
planta entera, dejando que actúen todos sus principios en sinergia, así se han
utilizado durante miles de años sin problemas, todos los problemas empiezan
cuando separamos compuestos en los laboratorios.
Además se ha demostrado que las decocciones tradicionales de
Artemisia Annua poseen unos flavonoides que potencian la acción de la
artemisina, principio activo antimalárico.
Pero si una farmacéutica vende pastillas, gana mucho dinero. Dar
semillas, enseñar a cultivar la planta y explicar cómo se debe tomar, no
enriquece a nadie y convierte a los pueblos en autosuficientes, y esto es muy
peligroso según parece.
Es terrible además si pensamos que en estos países pobres mucha
gente tampoco puede acceder fácilmente a los medicamentos, y cuando enferman de
malaria, estando extremadamente débiles, en muchos casos deben realizar
trayectos de varios días hasta el dispensario médico más cercano, lo que
puede significar en lugares como el Congo, unos 100 kms de trayecto, y en el
Amazonas, 3 días en barco. Esto está costando la vida a mucha gente, que,
en el peor de los casos, si hubiera tenido la planta, como mínimo podría haber
recuperado fuerzas para tener más posibilidades de acudir al médico.
Aparte de la amplia experiencia con la Artemisa Dulce de
organizaciones como Anamed, también hay estudios científicos que avalan su
eficacia contra la malaria. Varias investigaciones científicas en China
concluyeron que la planta tomada en forma de polvo, ya sea mezclada con aceite
o extraída con alcohol, tiene un 100 % de eficacia para superar la enfermedad.
Otro estudio de la universidad de Tübingen en Alemania, mostró que
7 días después del inicio del tratamiento con té de artemisia, el 77% de los
pacientes ya no presentaban fiebre, el 88% habían recuperado las fuerzas, y en
el 92% ya no tenían dolores musculares ni náuseas. Incluso si no se hubieran
curado del todo, por lo menos ya estaban fuertes para poder ir al médico,
Esta misma Universidad demostró que el consumo durante 7 días del
té de Artemisia Annua, normaliza los niveles de malaria en sangre.
En este sentido todo lo que podamos decir y más se queda corto
para alabar la labor de la ONG Anamed, referente mundial en educación sobre el
uso y el cultivo de la Artemisia Annua en los lugares más desfavorecidos, con
un único objetivo, salvar vidas y no dejarse pisar por unos intereses
económicos que pueden llegar a cosas tan aberrantes como, según explican en la
web de la ONG, ofrecer financiación para su investigación a cambio de no
publicar nunca los resultados, los responsables: una organización militar
europea... Afortunadamente ellos no han accedido, pero yo me pregunto cuántos
habrán vendido su alma al diablo en otras investigaciones.
Preguntas, muchas preguntas es lo que tenemos que hacernos, y
darnos cuenta de que estamos en un sistema que ha normalizado lo patológico,
hasta que no seamos muchos los que podamos ver esto, no habrá quien salga de
este pozo que nos ahoga a todos.
Y después de las preguntas, actuar, difundir, cultivar, compartir
semillas, compartir el amor por la sabiduría de la Naturaleza.
CÓMO SE TOMA
Hay diversas formas de consumirla tradicionalmente: en infusión de
la planta seca, o la planta seca en polvo, o incluso, en algunos lugares de
Asia, sus hojas frescas en la ensalada, aunque son un tanto amargas.
Aquí hago un breve resumen, recogiendo las recomendaciones de
Anamed, enfocadas al uso de la artemisa contra la malaria. Dado que no he
podido acceder a ninguna información detallada del uso de la planta entera
cuando se trata de otras enfermedades, dejo esto sólo como referencia,
recomendando que contrastéis con la página de Anamed por si hubiera cambios, ya
que ellos nos mantienen al día en cuanto al uso correcto de la planta, y con
profesionales que conozcan bien el uso de la misma.
La infusión para adultos en
general se hace con 5 gramos de hojas secas, o 25
gramos de hojas frescas. Se vierte sobre las mismas un litro de agua
hirviendo. Debe macerar por lo menos quince minutos. Esta infusión sólo dura 24
horas, debe renovarse cada día. Una vez hecha la infusión, se divide en 4 tazas
que se repartirán a lo largo del día. Se toma durante un mínimo de 7 días,
pudiendo llegar hasta 12.
En el caso de personas inconscientes,
se aplica el té en forma de enema. La infusión con este propósito se hace más
concentrada, se echa sobre 10 gramos de planta seca, o bien 50 gramos de planta
fresca, medio litro de agua hirviendo. Se deja macerar un mínimo de quince
minutos. Después se divide en 4 partes o más y se aplica en forma de enema a lo
largo del día.
CULTIVAR LA PLANTA
¿Has pensado en lo fácil que resulta cultivarla? Mientras no vean
el cultivo como una amenaza para los ingentes beneficios económicos de la
industria farmacéutica y empiecen a prohibirlo como ya ha ocurrido con otras
joyas de la medicina natural, podemos fácilmente cultivar Artemisia Annua, en
cualquier terreno, o en casa, sólo necesitamos una maceta y un balcón donde
tenerla.
Esta especie puede crecer hasta unos 2 metros de altura, sus hojas
son aromáticas, y es relativamente fácil de sacar adelante, pero es importante
no confundirla con otros tipos de artemisa, ya que hay una gran variedad de
ellas. Necesita luz y riegos periódicos. Es una planta de países templados y
subtropicales, por lo que crecerá muy bien en ese tipo de climas, aunque puede
adaptarse también a otras circunstancias, es cuestión de probar.
Es anual, pero no tenemos que preocuparnos, una sola planta nos
dará cientos de semillas, asegurándonos su cultivo de por vida si así lo
decidimos y si nos dejan. Y una sola planta nos dará suficientes hojas y
sumidades floridas que podemos secar para tener a mano cuando se necesiten. Si
la secamos adecuadamente y la guardamos en un bote bien cerrado y alejada de la
luz y del calor excesivos, tendremos artemisa por lo menos para un par de años
o tres con todo su potencial.
Puede que en tu país no exista este problema con la malaria, pero
seguramente conocerás a personas que viajan periódicamente a países que sí los
tienen, quizás sea importante informarles, hablarles del trabajo de Anamed,
para que a su vez ayuden a difundir estos conocimientos que pueden salvar
vidas.
A la hora de haceros con vuestra primera planta o semillas, os
aconsejaría que buscarais en asociaciones ecologistas de intercambio de
semillas, en el caso de que viváis en una zona con este problema, quizás
contactando con Anamed os puedan orientar, y si vivís en España, aquí tenemos
la Asociación Dulce Revolución que está haciendo una labor increíble para
difundir sobre esto, y en la misma podéis adquirir planteles o informaros de personas
cercanas a vuestra localidad que os pueden falicitar el acceso a la planta.
Desde aquí toda nuestra admiración y apoyo para este agricultor pionero y
valiente, el señor Josep Pámies, que ha iniciado un movimiento de despertar y
difusión maravillosos y que está llegando cada vez a más gente.
Os dejo enlaces y bibliografía de referencia, que me han servido
de fuente para este artículo, y os recomiendo encarecidamente que, en el caso
de querer luchar contra la malaria en vuestro país, toméis como referencia la
página de Anamed y os mantengáis actualizados de la información que la ONG va
añadiendo sobre el tema.
MUY IMPORTANTE: especificaciones para mujeres embarazadas, madres
lactantes, bebés y niños, con respecto al uso de la Artemisa Dulce contra la malaria
en países desfavorecidos, en la página de Anamed.
Ah, y no olvidéis compartir semillas y el amor por las plantas
medicinales, tenemos que unir fuerzas para proteger la sabiduría de la
Naturaleza. Un bosque, un prado, un jardín silvestre... tienen la farmacia más
eficaz y potente, pero de nada nos sirve si donde hay una joya medicinal, sólo
sabemos ver una planta que adorna o una mala hierba. Si mantenemos estos
conocimientos seremos autosuficientes, si los perdemos, dependeremos siempre de
obtener lo que otros quieran ofrecernos, a cambio, claro está de dinero, la
clave de todo.